Además de todos los factores económicos y
técnicos que un operador debe rastrear para tener éxito, hay otra área que a
menudo se pasa por alto – la personalidad del inversor.
No importa cuán buena sea su estrategia, el
otro factor que siempre influirá en sus resultados son sus propias emociones.
Después de todo, son las emociones las que mueven los mercados. Y a fin de
poder obtener ganancias de los movimientos del mercado creados por las
emociones de otros, usted debe aprender primero a leer el estado de ánimo
detrás del movimiento, y también cómo reconocer y controlar el suyo.
Codicia
Cuando los precios suben,
naturalmente llaman más la atención. Cuando cada vez más y más gente se une a
la recuperación, la suba se acelera. Pero con todo el entusiasmo, hay una
tendencia a confundir el saldo de una cuenta (la cantidad que actualmente tiene
su cuenta) con el capital de una cuenta (el valor total incluyendo la suma de
sus posiciones abiertas). La gente comienza a considerar sus ganancias
potenciales como si ya las hubieran obtenido. Esta creencia puede a veces puede
hacer que pasemos por alto signos de reversiones básicos.
Además, aquellos que dejaron pasar la
oportunidad en un primer momento, cuando la tendencia era todavía reciente, se
hipnotizan por la longitud y el tamaño de la recuperación o alza. Sin embargo,
unirse tarde es un juego arriesgado, ya que aquellos que entraron antes
finalmente necesitarán tomar las ganancias. Hay también un poco de la “teoría
del tonto”, ya que alguien que todavía está comprando, lo hace ahora al precio
más alto, y un inversor que vende tiene razón en estimar que el alza terminará
con prontitud. La idea entonces es que se espera que alguien sigua comprando
después de usted, a un precio aún más alto, cuando usted finalmente decida
volverse vendedor.
Miedo
El comienzo de la caída de
los precios causa miedo y pánico. El miedo es una de nuestras emociones más
primitivas, lo que explica por qué los precios a menudo caen más rápido de lo
que aumentan. La gente que tiene posiciones largas corre para intentar vender
lo más pronto posible, y los vendedores con posiciones cortas, se encuentran
motivados para que los precios decrezcan aún más. Cuando aquellas órdenes a
corto plazo se cubren finalmente para obtener ganancias, hay recuperaciones
temporales que pueden dar falsas esperanzas.
Esta mentalidad de la gente con frecuencia
crea momentos de desequilibrio en el mercado, que se pueden capitalizar, una
vez que uno aprende a reconocer los signos y los interpreta correctamente.
Sobre todo, la clave para desarrollar esta habilidad es la práctica.
Cómo las emociones se manifiestan en los
gráficos
Una de las medidas claves
de la sensibilidad del mercado es el nivel de soporte y resistencia. Si la resistencia
se quiebra, en ese momento, hay más alcistas en el mercado, que bajistas. Si
esta rebota, sabemos que los bajistas han dominado a los alcistas. De la misma
forma, si un nivel de soporte se sostiene, sabemos que cualquier baja del
precio se produjo muy probablemente a causa de percepciones de ganancias
rutinarias. Si por el contrario se quiebra, sabemos que tenemos vendedores con
posiciones cortas entrando al mercado junto con los que tienen posiciones
largas y que intentan cerrarlas.
Otro indicador de que el estado de ánimo y la
sensibilidad del mercado pueden estar comenzando a cambiar es el momentum. Las
bajas que acompañan a los movimientos pueden frecuentemente señalar una caída
en el entusiasmo y una mayor probabilidad de una reversión pendiente. Tanto los
indicadores de seguimiento de tendencias como los osciladores pueden darnos
algunas pistas y perspectivas en este aspecto, especialmente cuando las
divergencias comienzan a aparecer en el gráfico.
Finalmente, encontramos el volumen. A menudo
pasado por alto en los gráficos de forex debido a la falta de cambio
centralizado (aunque sin embargo vale la pena prestarle atención), el volumen
debería aumentar generalmente cuando las tendencias se aceleran en alguna
dirección. Si el volumen de repente comienza a bajar, esto puede señalar un
final inminente de la tendencia en cuestión, o al menos algunos momentos de
turbulencia por delante.
Aprender a controlar sus propias emociones
El primer paso para volverse
un operador más disciplinado y tener control de sus emociones es ser consciente
de estas. Si sus resultados no son consistentes, haga un minucioso examen para
ver si en efecto está siguiendo la estrategia que delineó para usted mismo.
¿Usted está entrando y saliendo de posiciones debido a una señal bien definida,
o había alguna otra razón?
Aquí encontrará algunos de los
"síntomas" más comunes de lo que hay que estar alerta, sobre todo si
usted ve que esto le sucede con regularidad:
a- Salir de posiciones con demasiada
anticipación y ver cómo continúan en la dirección que usted esperaba que
siguieran es un signo de miedo.
b- Permanecer en posiciones
demasiado tiempo y ver cómo los mercados se llevan algunas de sus ganancias es
a menudo un signo de codicia.
c- Cerrar y dar una
posición por perdida y ver luego cómo se revierte y se recupera con momentos de
equilibrio es un signo de miedo.
d- No cerrar una posición
que está en pérdida y dejar que las pequeñas pérdidas se hagan más grandes con
la esperanza de una reversión que nunca llega a menudo puede ser un signo de
codicia.
e- Volcarse a una tendencia
tarde, después de que la mayor parte de ella ya se ha desarrollado sin usted,
puede provenir de un miedo de dejar pasar del movimiento.
f- Y unirse a un movimiento
demasiado temprano, antes de que el mercado dé pruebas claras de una dirección,
pueden ser causado por codicia.
Es importante dar un paso atrás y estudiar
minuciosamente qué nos conduce dentro y fuera de los mercados. ¿Son realmente
estas las estrategia y las señales que delineamos para nosotros (lo que es
fácil de verificar), o hay algo más? Nuestro progreso en los mercados sólo
puede ser tan bueno como nuestros registros y el tiempo que pasamos
examinándolos.
Y cuando escuchamos noticias en los mercados,
es importante realizar una verificación rápida de la realidad, para estar
seguros de que les estamos dando tanto a las noticias positivas como a las
negativas el mismo peso en nuestras evaluaciones, y no permitir que nuestras preferencias
hacia una posición interfieran.
Sin lugar a dudas, el mejor momento para
fijar tanto objetivos como los stops es antes de entrar en la posición. Una vez
que las esperanzas y las tensiones del mercado sean propias, podemos confiar
cada vez menos en nuestro juicio claro y razonable.
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